Haga que el cliente regrese (I parte)


Una vez que un potencial cliente entra a un negocio, es imperante que deje de ser potencial para convertirse en recurrente. Para ello, es necesario que el empresario se juegue todas las que pueda. Hay muchas cosas por las que una persona regrese a una empresa, por ejemplo:

Limpieza. Un sitio cuyo piso parezca un espejo y en el que las paredes estén como recién pintadas, así le gusta a mucha gente que sean los lugares a visitar. Por eso, limpie su comercio todo el tiempo y déjelo reluciente. Puede sonar obvio, pero he visitado muchas empresas con pisos pegajosos y que parecen más una escena de un crimen que un lugar de trabajo.

Escuchar atentamente. Es curiosa la cantidad de personas que van a comprar algo y terminan contando hasta sus secretos más personales. Por ejemplo, una señora una vez nos fue a preguntar por el costo de un servicio y no sé cómo la conversación llegó al hecho de que compró una impresora nueva con cartuchos genéricos. La mujer en cuestión habló por media hora (el récord lo tiene otra clienta: 70 min, mientras yo tenía hambre) y después de eso, nos ha visitado por lo menos una vez al mes.

Conózcalos un poco. Esto está muy relacionado con el punto anterior. Puede preguntarle a qué se dedican o cómo están, sáqueles conversación como sea. Si son médicos, pregúnteles cómo está la consulta; si son estudiantes, cómo están las clases; si son traficantes de órganos, cómo va el mercado negro. Eso va creando un nexo que rinde frutos en el futuro.

Apréndase sus nombres. Es un poco más complicado, pero es el paso siguiente. Si ya lo has escuchado y le has comenzado a conocer, lo más apropiado es llamarle por su nombre. Como me dijo una tía: "Tu nombre es precioso, te gusta. Así lo pronuncie la persona que más te desagrade en el mundo, te va a gustar que te llamen" Es así, a todos nos gusta que nos llamen por nuestros nombres. Nada de estúpidas muletillas, como "mi amor", "cariño", "negrito" y, por su puesto, mucho menos "papi" o "mami"

Novedades. Siempre ofrezca algo nuevo. Sé que es difícil ofrecer variedad con esta economía, pero hay que hacer el esfuerzo. Si usted vende ropa, que su exhibición cambie cada cierto tiempo, por ejemplo. Si el cliente ve que cada tanto hay algo nuevo, siempre regresará, así sea por pura curiosidad. Y eso es lo que todos queremos, que vuelva siempre.
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Publicado el 26 de enero de 2o14

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