Crisis económica y mujeres feas

Las mujeres de Venezuela se están poniendo feas, de eso no hay duda. Lo digo sin temor a represalias. Y es que aquello de "fea no, mal arreglada" quedó en el pasado. Si eres fea, así te quedarás, pues no hay chance de arreglarse.

Es decir, no hay maquillaje (o, según mi hermana, no del bueno), afeitadoras, toallas sanitarias, shampoo, desodorante ni jabón. O lo que es lo mismo, lo que sobran son mujeres mal bañadas, con las piernas peludas, oliendo mal y sin esperanza de maquillarse. Ya no hay disimulo que valga.

Agraciadas aquellas que nacieron bellas. La genética les hizo el favor que la estética les hace a otras. Bien por ellas.

El resto, que se friegue. Que ni piensen en ponerse a valer con unas prótesis mamarias. No hay, tampoco. A morir planitas de pecho, que no hay solución. O pueden hacer como las adolescentes, rellenarse los sostenes con papel. Bueno, suponiendo que lo consigan a buen precio y no lo necesiten para otros menesteres.

Ahora, si eres de las que piensa "primero muerta que mal arreglada", ve preparando tu velorio. Porque en ocasiones sí pueden conseguir los productos, después de largas colas (¿alguien dijo várices?) o pagándolas con sobreprecio. Eso tampoco es vida.

Lo peor de todo es que es preferible comprar comida a maquillaje. Así que la balanza se equilibrará siempre hacia el lado de la alimentación.

Pero debes comer sano, mira que de lo contrario podrías tener un sobrepeso considerable. Y los gimnasios están muy costosos también.

Lo peor de todo es que no miento. Hace unos días vi a una mujer horrible y me pareció conocerla. La saludé por cortesía, sin saber quién era. Luego me di cuenta de que era una vendedora de un mayorista que cerró porque no tenían mercancía. La pobre joven no sólo se quedó sin empleo, sino que engordó y parece haber perdido todo deseo de verse bien (o peinarse, siquiera).

Claro, nunca fue una belleza. Pero, por lo menos, se arreglaba. El problema es que como ella, hay muchas. Todas feas, como consecuencia de la situación económica del país. Y la solución es esperar.. a que las burkas se pongan de moda.

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Publicado el o8 de septiembre de 2o14